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La sobremesa
La palabra y la etimología siempre han sido objeto de estudio en mi vida. Saber de dónde viene y cómo viene algo, nos dice mucho de ello. En este caso, sobremesa es una palabra que no tiene una traducción a ningún otro idioma puesto ninguna otra cultura la práctica… Solo el mundo hispanoparlante tiene la bella costumbre de quedarse a platicar en la mesa después de haber consumido sus alimentos… Si el niño se enfermó, si la comida estaba mala, si Javier cortó con Gabriela… Todo tiene espacio en la sobremesa y yo creo que se lo debemos a dos principales cosas. La primera la diré en segundo término para crear suspenso y diré primero la segunda.. la segunda, de menor importancia que la primera, es que en el mundo hispanohablante desbordamos candela. A todos ustedes lectores, estoy seguro, les apetecería ir a comer con alguna persona del caribe y su peculiar acento y echar la plática en la sobremesa; pero a nadie se le apetecería ir a comer con un escandinavo o un estadounidense. Verán, a ellos les da igual la vida de todos los demás seres, a nosotros no. Uno quiere saber cómo estás, qué has hecho, si ya le dijiste a Pedro lo que le querias decir o si ya te enteraste de aquello que pasó con Anna y Luis… Y es aquí donde se presenta la principal cosa que ocasiona la sobremesa: EL CHISME… nos encanta y no podemos vivir sin el. Los anglosajones no conocen la sobremesa porque no se meten en la vida de nadie, porque están concentrados en sus vidas sin opinar de las de los demás y porque son unos aburridos. Ellos comen y se van, uno come, platica material para 3 novelas y después pide la cuenta. Así es aquí y nos encanta comer en compañía.
Dicho sea de paso, la palabra compañero viene del latín ¨Cum¨ y ¨Panis¨ , o sea, Con Pan y junto, companis o compañía o compañero; y el dicho que reza que las penas con pan son menos, realmente se refiere a que con compañía se mitigan mejor los males, no precisamente con pan…
Ven que hermoso es el mundo hispano, traemos en los genes que el pan se comparte y que la comida en la mesa o caguama en la banqueta, más que una simple acción para satisfacer la más básica de las necesidades físicas, es realmente una forma de satisfacer la más importante de las necesidades espirituales del ser social, que es: echar el cotorreo con los compas…
Y ahí en esa sobremesa, es donde regularmente aparecen los maravillosos digestivos. Sea con un café o un fernet, uno va dramatizando sus vivencias, decorando sus acontecimientos y sacando del pecho, que no es bodega, todo lo que se necesite sacar.
Está científicamente comprobado que un sorbo al café te da energía para 10 minutos de chisme, y un sorbo de fernet para 30 minutos. Así que procuren buen acompañante, no tanto para compartir el pan,sino más bien para compartir el espíritu de la vida en la sobremesa…
Atte. Páez
P.D. Por eso se llama así este blog. Seremos compañeros en esta sobremesa digital.